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Cuando un intruso como este perro entra en su jaula, es solo cuestión de tiempo antes de que el león ataque. La situación en el zoológico no parecería que fuera una excepción, al menos por ahora. Bonedigger se acercó poco a poco al perro. Cuando estaban a solo unos centímetros el uno del otro, algo sorprendió a los visitantes…
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El perro Milo era un perro salchicha de 8 años. La mayor parte de su tiempo en el zoológico la pasó con los visitantes más jóvenes. A diferencia del león, Milo no tenía instinto de caza. El pequeño perro pesaba unos 3 kg y, debido a su forma, los movimientos de Milo eran limitados. Esto hizo que el peligroso encuentro con el león fuera aún más aterrador. Milo era una presa fácil para el león y Bonedigger lo sabía muy bien.